El tercer lunes del mes de Abril se conmemora el día del Patriota en la ciudad de Boston, comienzos de la revolución desde el 1897. El maratón de Boston es la más antigua del mundo y esta es su 115 edición, recorre la distancia que hay entre Hopkinton y Boston, que los separan unos 42km, y es una de las FIVE MARATON MAYOR, considerada la más dura de todas y aquí si entro yo, compañeros……….., si es la más dura de todas, por lo menos que yo haya corrido hasta la fecha.
15 de Abril 14,15h nos disponemos a despegar destino Boston, ilusión, ganas, nervios, sonrisas, bromas y sobre todo miedos. Miedos porque nos han dicho que es muy dura, porque el ROMPE CORAZONES, hace honor a su nombre, y porque antes de este, le preceden otros dos más duros aún que el que solo se nombra. Pero ya estamos en camino y las fuerzas de competir están intactas.
Sábado 16, 8,30 hora local, quedamos en el hall del hotel para hacer unos kms, bueno más que unos kilómetros, es como ya una costumbre, mas sesión de fotos por la ciudad, que un entrenamiento y creerme, se ven cosas, se disfruta la ciudad y la gente aquí te admira porque has venido a correr una Maratón y no te dicen como estamos cansados de escuchar “CORRER ES DE COBARDES”, pero aquí no, aquí eres un héroe, te miran, admiran, saludan y hablan, en fin todos los que leéis esto sabéis de que os hablo y de cómo son nuestras costumbres y que nadie entiende hasta que lo practica, y es cuando empiezan a saber de ese placer doloroso que es un carrera de esta categoría y distancia, de ese sufrimiento por pisar una meta que piensas nunca veras, pero que al final se cruza y se levantan los brazos con más ganas que nunca.
Bueno como os iba contando, pasas por el parque del centro de la ciudad, ese donde tantas y tantas películas se han rodado, Infiltrados, Love History….., y te acercas poco a poco hasta el otro extremo, el famoso Charles Rives, que sensación correr por ese filo, donde por cierto, es un reguero de gente corriendo y no precisamente gente que va a correr la maratón, si no gente que lo hace a diario. De vuelta al hotel y encarando una avenida sin fin, vemos el arco de la llegada del lunes, mas subidon si cabe para nuestros cuerpos, saltamos, gritamos y corremos hacia ella como si ya hubiéramos cubierto las 26,2millas y diciendo GOOD MORNING BOSTON.
Domingo 17, misma hora, mismo sitio de quedada, esta mañana si hay más ganas de correr, ya se termina la espera y es nuestro último contacto con el asfalto hasta la hora de la verdad. Empezamos de nuevo por el parque, nos dirigimos hacia Cheers, famoso bar donde los haya, foto de rigor y se acaban las tonterías, nos metemos mas de 10km, con unos progresivos al final, justo en la puerta del hotel, el trabajo ya está hecho nos dice con voz firme y alentadora Blas, nuestro talismán, nuestro guía.
Lunes 18, 5 de la madrugada hora local, una ducha, un afeitado, un leve masaje y a desayunar, algo de yogurt, cereales y plátanos. Todo con agua mucha agua, no queremos quedar fuera de combate por no habernos alimentado e hidratado bien. 6 de la mañana, quedamos en la puerta del hotel y nos disponemos hacia la salida de los BUS, para que nos lleve hasta la ATHLETES VILLAGE, aquí ya se me ponen los pelos de punta solo de acordarme, no sé como describir estas horas previas, imaginaros casi 30.000 personas caminando hacia un mismo lugar, colas, nervios, frio, todo el que os imaginéis, yo creo que no sobrepasábamos los 5 grados y cada uno dispuesto a su batalla personal, a su calvario y a su gloria. Después de unos minutos de espera, nos toca subir a nosotros, vamos los 5 juntos, CARLOS, BLAS, CHRISTIAN, VICTOR y el que suscribe.
Empieza la cabalgada hasta la línea de salida y formamos una caravana de unos 7 SCHOOL BUS, si si, de esos amarillos típicos y en dirección a Hopkinton, junto al soldado, que es el que nos dará la referencia de donde está la línea de salida. Empezamos a darnos cuenta de donde estamos, que la batalla va a comenzar y nuestras caras van tomando otro caris….., serios, nerviosos, angustiados, pero con ganas. Comenzamos con los rituales pertinentes, ya sabéis, baño, cremas, vaselina, avituallamiento, dorsales, ropa y a calentar.
Comenzamos a andar hacia las cuadras y nuestros nervios siguen aflorando, empezamos a enclavarnos en cada una de las salidas a las que pertenecemos, sin ni siquiera intentar salir todos desde la misma y antes de despedirnos hacemos piña y nos abrazamos juntando las cabezas en el centro del corro, Blas nos habla con voz emotiva y con todo el corazón del mundo, dice: “Hemos trabajado mucho para estar aquí, id con cabeza, cuidado en las bajadas y no forcéis que se puede hacer muy larga la carrera.” “SUERTE A TODOS”, nos miramos, nos saludos y como gladiadores en épocas romanas, nos dirigimos cada uno a nuestro León. Yo por el tiempo de Londres tengo la suerte de estar en la cuadra uno y como nos dijo un corredor local, si vais en el primer cajón, pegaros a la valla de la izquierda, es por donde entra la elite después del calentamiento y 5 minutos antes de la salida, dicho y hecho, ahí me posicione y no os cuento que subidon, cuando empiezan a pasar unos 15 o 20 corredores que componen ese grupo de elite, no creo que fueran más, pero a todos los salude y choque las palmas de las manos GOOD LUCK, hasta que sale el americano y se vuelve loca la gente, si es que ya no lo estaba, RYAN HALL pasa junto a mí, se para enfrente y me choca las dos manos a la vez, que por cierto en una de ellas aun llevaba un bidón de liquido, hay que hidratarse hasta el final.
Mas emociones antes de la salida, se clava un silencio repentino y justo a mi derecha, encima de un pequeño escenario, un tenor está cantando el himno de América, gorras fuera, manos al pecho, vista al cielo, hay de todo a mi alrededor, pero lo que predomina, son nervios y ganas de empezar, nos avisan que en cuatro minutos se da la salida y pasados, PPPAAAA, disparo al aire y comienza la prueba, yo me animo y empiezo bien, fuerte, pero dosificando, solo hago mirar hacia adelante y estoy justo detrás de toda la elite, me encuentro entre los 40 primeros, es un sueño, veo a los Keniatas y resto de corredores rápidos, pero empiezo a ver que es muy favorable, mucha bajada, no debo lanzar la zancada por mi problema en los isquios, sabía que no estaba del todo curado, pero no dolían, ni molestaban, solo eran sensaciones del miedo a que no me pasara nada. Primer mil 3,18, Daniel vas muy rápido, a cabeza de carrera está cada vez mas alargada, estamos llegando a la primera milla y ya no veo muy bien la cabeza de la misma, si el coche cronometrador, pero la elite se pierde, entre curva y curva, entre arboles y mas arboles.
Marco el segundo mil a 3,24, no quiero seguir tan ligero, pero las emociones pueden conmigo, la motivación es tan grande y todo el esfuerzo que hemos realizado, todo lo que nos ha costado llegar hasta allí, tantos madrugones, tantos kilómetros y tantas cosas vividas, hacen que este todo en esos momentos en mi cabeza y me hace volar, pero soy realista, sé que no podre aguantar mucho mas ese ritmo y menos aun si me rompo, por lo que decido ajustarme más a mis tiempos y así hago, aunque sigo volando y marco mi mejor tiempo en media maratón 1h 18m 51s.
En este momento es cuando ya me planteo decir hasta aquí, no sigas que no llegas, pero seguía con ganas, pensaba en todos los míos, la gente que me ha apoyado, la gente que me anima, que me pregunta, que se preocupa por mí, por nosotros, pero nada, mi ritmo no decae mucho, pero llega el km 25 y me encuentro con una bajada muy pronunciada y aunque procuro no lanzarme mucho lo hago y empiezo a tener los primeros miedos, los primeros síntomas de que las piernas no están del todo bien, pero no hago caso y procuro seguir con mi marcha de marcar las millas sobre 6,20 a 6,40, pero veo que no está la cosa para muchas fiestas y empiezo a pensar en el HEARTBREAK, ubicado entre la milla 20 y 21, sobre el km 32, aunque como os conté al principio, hay otros dos repechos más duros antes de llegar al famoso.
Los paso y encaro el ultimo y más conocido y no me encuentro mal, he remado mucho de brazos para que se me pasara mas cómodo y me animaba yo solo diciéndome a voces, PUEDES-SUFRE-VAMOS. Una vez coronado solo pienso en la bajada que es el resto del recorrido y en ver los edificios más altos de la ciudad de Boston, ellos me guiaran hasta la meta, ya que se encuentra en sus faldas. Llego a tres millas de meta, solo tres millas de meta y no sé qué me pasa, estoy sufriendo mucho, no voy, no me encuentro bien, pero saco fuerzas de donde no las tenía y sigo.
Me cuesta mucho dar ya una zancada, paso por el km 40, me digo “Daniel solo 2000m” vamos, no pares ya, me encuentro en las calles de Boston, el ruido es brutal, la gente es espectacular, como te animan, como gritan, giro a la derecha y me suena esta calle de las mañanas anteriores, estoy donde la foto del parque de bomberos, giro a la izquierda y me encuentro ya la recta de meta, si es así, ya he llegado, no me lo creo recta final, miro a la derecha y entre saltos, voces y gritos veo a las mujeres de mis cuatro gladiadores, las miro, las saludo, se la dedico a ellas también por todo el cariño y apoyo que siempre me han mostrado y ya solo queda cruzar la META, intento dar las zancadas más altas y más lejos y lo consigo, entro roto, destrozado, pero contento de haber terminado un sueño, una proeza, un objetivo cumplido.
La gente en las calles de Boston te aplaude, te saluda, para ellos eres un mito, un héroe, un campeón y no solo los voluntarios que te arropan y cuidan a la llegada, es todo el público, en las aceras y ya camino del hotel ni os cuento, te paran y te felicitan, como si vinieras de la guerra, solo escuchas, “GOOD JOG”, bueno es casi igual para nosotros, es nuestra guerra particular.
Mi consejo, hacer esta carrera.
Gracias a todos los que hacéis que un deporte como este nos llegue a gustar tanto.
Gracias a todo el mundo que nos animo en cada paso por esas tierras americanas.
Gracias a mis cuatro compañeros de camino y aventura BLAS, CARLOS, VICTOR y CHRISTIAN.
“EL DOLOR ES PASAJERO, EL ORGULLO ES PARA SIEMPRE”