lunes, 14 de noviembre de 2011

X MARATÓN ALPINO DE JARAPALOS


Son poco mas de las 5.30 de la mañana cuando tras aparcar junto al cuartel de la guardia civil de Alhaurín de la Torre pregunto a un agente si es posible encontrar algún lugar abierto  a tales horas para tomarse un café. Ante la respuesta negativa del amable agente decido dirigirme a los Llanos de Peñapietra lugar desde el que parte la carrera y donde según la organización habría preparado un desayuno frío. Mejor eso que nada.
Llego poco después de las 6 a los citados llanos y desde el primer momento quedo sorprendido pues aunque la recogida de los últimos dorsales no esta prevista según la organización hasta las 6.45 ya es muy numeroso el grupo de corredores y familiares que se encuentran en la zona. La organización, de la cual mas tarde hablaré, lo tiene todo montado así que me dirijo hacia la carpa donde recojo dorsal y chip y acto seguido me encamino hacia donde estaba reunido todo el mundo que supuse era el lugar del esperado desayuno. Si bien no pude comerme mi habitual tostada de aceite y miel el desayuno era estupendo, habían preparado grandes termos con leche caliente y agua y ponían a disposición del personal todo tipo de cafés solubles, Colacao, infusiones, pastitas, galletas, magdalenas, bocadillitos de varios tipos de fiambre, ... vamos para darse un atracón en toda regla. Así que me preparé mi café y me coloqué en una mesa (que si, que si, que hasta mesas suben allí arriba) para desayunar mientras iba observando al personal que iba llegando.

Creo que eran sobre las 7 de la mañana cuando empezaron a llegar caras conocidas, los primeros fueron Pablo, Manuel, León, Vanesa y Emilio, enseguida empezamos a hablar del plan de carrera, objetivo las 6 horas, Emilio nos explica algunos detalles del recorrido diciendo donde están los puntos mas duros del recorrido y nos lo resume todo en un “señores, que miedo vamos a tener a estas sierras si nosotros venimos de Graná” así que entre charla y charla, llegada de los últimos componentes del grupo, Salva y Aaron, ir al coche a terminar de acicalarse y volver al corral de salida para comprobar chips llegan casi las 8 que es el momento de comenzara moverse.

En cuanto nos ponemos detrás del arco Aaron se coloca en las primeras filas pues como conocedor de la prueba quiere salir fuerte para evitar los tapones que se forman mas adelante. Salva y yo comenzamos a hablar y llegamos al acuerdo, sin decirmos nada, de ir juntos mientras que el resto del grupo queda algo mas atrás. 
Suena el pitido de salida y arrancamos. En un primer momento el terreno pica un poco hacia abajo por una ancha pista con muchas piedras puñeteras que se clavan en la planta del pie sobre todo a los insensatos que hacemos la carrera con zapatillas de asfalto. Esta ancha pista nos conduce a una serie de toboganes muy pronunciados que en un recorrido circular nos lleva al lugar de salida desde donde cogemos en dirección contraria a la que habíamos salido recorriendo una ancha y cómoda pista esta vez con menos piedras. Desde el primer momento Salva y yo vamos hablando de todo un poco. Salva me cuenta que tiene pensado tomarse esta carrera como entreno para la Copa de Andalucía de CXM ,donde ya ha hecho un puesto 19º y un 36º, y que en la última prueba que es en las próximas semanas quiere salir a tope para hacer un buen puesto. Así que para él hoy es un día de trote tranquilo. Casi sin darnos cuenta llegamos a la primera subida donde se forma un autentico tapón que no hace ponernos en cola a todos los corredores como si fuésemos a comprar unas entradas de cine. Esta cola nos mete en un sendero con una espesa vegetación y terreno húmedo y muy escarpado en algunos puntos. 

Aquí vamos andando pues la cantidad de corredores que tenemos por delante junto a lo estrecho del camino hacen imposible adelantar además estamos en lo primeros km y la gente aún está muy fresca con lo que el ritmo es bastante aceptable. Tras esta primera gran subida salimos nuevamente a una pista ancha por la que es posible correr con comodidad aunque el terreno pica hacia arriba no obstante vamos muy frescos y Salva y yo cogemos un buen ritmo no nos hace ir adelantando gente todo el rato. Se me olvidaba comentar que a todo esto ya habíamos pasado por dos de los avituallamientos, colocados cada 5 km aprox. con agua e isotónico en todos y con frutos secos, pasas, dátiles, orejones, ¡¡salchichón!! y mas cosas en alternos, y en cada uno de ellos nos parábamos a beber y comer. Tras otros km muy agradables por la pista tomamos nuevamente otro sendero que pica hacia arriba y que nos lleva al primer pico del perfil de la carrera, el puerto de Málaga. La vista una vez coronado este pico es indescriptible por su belleza, a la derecha se abre una amplia sierra por la que continuaría nuestra carrera y al frente el mar confundiéndose con el cielo hasta el punto que Salva y yo pensamos que un barco era un avión. 

Desde aquí comenzamos una bajada algo técnica que hacemos bastante rápido aunque ya empiezo a darme cuenta de que pese a lo que pensaba no soy tan buen bajador. Hay gente que me pasa volando y a la que soy incapaz de seguir, me fijo en sus pies y veo que apenas tocan el suelo, es como si les quemara he intento imitarlos pero tras un par de tropezones me digo que es mejor probar técnicas otro día ya que una caída podía joderme la carrera.

Tras esta primera bajada que dura unos 3 km empieza la que será la subida a la Bola que es el pico mas alto de la carrera, aquí volvemos a meternos en un sendero en el que es difícil correr pues tenemos mucha gente por delante y es difícil adelantar así que volvemos a adaptar el ritmo que por otro lado es bueno. A esta altura Salva ya se ha resentido de una lesión en la pierna izquierda que se agrava cuando corre y yo tengo un pequeño bajón en una subida que me hace tener que bajar el ritmo durante unos minutos. Pasado el pequeño bajón y tras llegar a otro avituallamiento nos alcanza Pablo que va como una moto y que decide unirse a nosotros pero tras coronar la Bola y comenzar una nueva bajada, esta si muy técnica vemos que Pablo se aleja y no podemos seguirlo, Salva por su lesión y yo por mi poca destreza bajando. 

Aquí empiezo a sufrir mucho en los pies ya que se me clavan todas las piedras y siento muy poca estabilidad debido al inadecuado calzado que uso lo que me hace ir a paso de tortuga mientras los corredores pasan a mi lado como balas. Por fin y tras otros interminable 3 kms termina la bajada y comienza una nueva subida, aquí no hay lugar para el descanso. En esta subida, la última que nos espera Salva me comunica que no puede correr y que tire yo. La verdad es que me lo pienso pero decido quedarme con él, vamos bien de tiempo, creo que podemos bajar de las 6 horas y después de haber recorrido juntos mas de la mitad de la carrera no es el momento de abandonarlo cuando el me ha esperado a mi al principio de la misma. Comenzamos a subir por otra estrecha vereda en al que incluso en un punto hay que ayudarse de una cadena para progresar. Yo vuelvo a tener un bajón que me obliga a pararme unos segundos para coger aliento, me recupero bien pero me doy cuenta de que las bajadas me pasan mucha factura, tengo los pies machacados y me miedo pensar en lo que me puedo encontrar cuando me quite las zapas al llegar a meta. Salva y yo seguimos subiendo y hablando cuanto podemos, a decir verdad si no fuera por el cansancio acumulado no pensaría que a esas alturas llevamos mas de 4 horas dándole a las zapas en un sube y baja constante. Por fin coronamos el último puerto con otro avituallamiento de lujo en el que nos informa que ya todo es por pista y cuesta abajo, nos quedan algo mas de 10 kms y yo tengo muchas ganas de correr pero Salva está que no puede. No obstante ha aprovechado el avituallamiento para pedirle a otro corredor algo de Radio Salil y espera que le haga efecto y por lo menos pueda atenuar el dolor. Comenzamos a andar y al poco somos alcanzados por Manuel y León y decidimos trotar con ellos y Salva me dice que tire yo para adelante, tras varias reiteraciones decido apretar el paso sabiendo que lo dejo con otros dos compañeros. Estoy muy cansado pero tengo ganas de correr y poco a poco voy cogiendo ritmo y adelantando a gente. La bajada no es dura, algo así como la que baja de la Cortijuela a La Guitarra pero el piso es peor ya que este tiene infinidad de piedras que vuelven a hacerme la puñeta clavándose en mi planta y haciendo que maldiga a cada paso que doy aún así no bajo el ritmo y procuro buscar lo bordes de la pista donde se acumulan las hojas de pino haciendo que el piso sea algo mas acolchado. En este momento ya voy muy justito de fuerzas pero estoy de subidón moral pues veo que voy a acabar antes de las 6 horas previstas y empiezo a pensar en MI GRAN MOTIVACIÓN que no son otros que Noelia y Gonzalo, pienso en cada minuto que les robo para entrenar, en cada risa y en cada beso que me pierdo por no estar junto a ellos cuando corro y eso hace que aunque me duela todo no baje el ritmo, no puedo permitirme venirme abajo ahora, no puedo permitirme que todo lo que les quito sea en balde, así que aprieto y cuando empiezo a escuchar la música y el ambiente de meta las endorfinas empiezan a recorrer todo por mi cuerpo aplacando todos los dolores. Cruzo el arco de meta en 5H47’50’’, nunca antes había corrido tanto tiempo seguido. Un felicidad enorme me invade y solo añoro no poder tener aquí a mi familia para abrazarla pero el año que viene si estarán.
La felicidad es mas completa cuando veo que sólo 3 minutos mas tarde entran en meta Salva, Manuel y León, todos juntos.

Como conclusión debo decir que esa frase de que las carreras de montaña “se ganan en las subidas y se pierden en las bajadas" no puede ser mas cierta, Jarapalos es para bajadores y el año que viene con la lección aprendida vendremos a por las 5 H.
Por cierto la organización de 10, es increíble lo bien que lo tratan a uno desde primera hora, antes de las 6 de la mañana, te encuentras gente amable sonriéndote y dándote ánimos, todo son mimos para el corredor. Como anécdota decir que cuando fui a quitarme el chip y no podía agacharme un tipo amable se agacho, sacó los cordones de mis zapatillas, quitó el chip, volvió a meter los cordones en su sitio y los ató. Otro 10 merecen los avituallamientos bien servidos como antes indiqué y en lugares donde algunas veces no es posible llegar con vehículo alguno.    
Por último quiero dar las gracias a esta nueva familia atlética que me ha acogido en estos nuevos retos. Gracias a Pablo, León, Manuel, Emilio, Vanesa, Aaron, Salva, Cesar (te esperamos el próximo año) y demás miembros. He encontrado esa motivación que perdí tras correr el MAPOMA el año pasado y he cambiado el FASTER por el FARTHER. No es que no me atraiga correr una media en 1H25’ o hacer una maratón por debajo de las 3H pero para mi no es comparable al placer que experimento sabiendo que solo necesito mis pies para llegar tan lejos como quiera.
¡Ah!, se me olvidaba. Mis pies bien, gracias.