Después
de unos días de reposar las sensaciones
vividas el pasado fin de semana, es hora de recordar lo acontecido.
Llegamos
a Sevilla el sábado por la mañana y nos dirigimos directamente a por los
dorsales al Estadio Olímpico. Nos alojamos en el hotel que hay en el mismo
Estadio, más cerca imposible, y así eliminamos la zozobra y los nervios de
última hora del transporte a la zona de salida.
Después
de recoger los dorsales nos dirigimos a la comida de hidratos, hay muchísima gente,
un gran ambiente y los macarrones que nos comemos están más buenos de lo que
cabía imaginarse, me sorprendió gratamente. Aquí me doy cuenta de lo que es una
constante del fin de semana, la organización es perfecta, los voluntarios
numerosos, simpáticos y con ganas de agradar.

Desayunamos
mientras contemplamos desde la cafetería del hotel el que será el escenario de
partida de nuestro particular infierno y una vez mediada la carrera el más
anhelado y soñado: la pista de atletismo del Estadio.
Tras
los últimos preparativos, bajamos al Estadio, el ambiente es espectacular.
Cientos de corredores se afanan con los últimos retoques, hay tensión y alegría
por igual. Dos vueltecitas de calentamiento y a situarse en la salida.
Aprovechamos estos momentos para reflexionar, venimos sin una preparación
específica, sin una carga semanal adecuada de kms. Pero hemos decidido correr
el maratón y ya no hay vuelta atrás, tocará sufrir y sufriremos. De todos modos
si vienes a disputar un maratón sufrirás en un momento u otro a lo largo de la
carrera.
Se
da la salida y allá vamos, las avenidas son anchas y cada cual coge su ritmo
rápidamente. Los primeros kms son rápidos, hay ritmo en las piernas y alegría
en el cuerpo. Hago los 3 kms iníciales con Javi pero poco a poco se aleja y yo
sigo a mi ritmo. Paso la media maratón en 1:31 a 4:21 de media y con buenas
sensaciones.
Pero
la alegría en la casa del pobre dura poco y en el km 26 siento un pinchazo en
el cuádriceps izquierdo, me mosqueo pero puedo continuar. El pinchazo se
transforma en rigidez, que se va contagiando al resto de la pierna. El ritmo
disminuye y ya en el 30 tengo la otra pierna igual, de aquí al final ya sólo
queda sufrir, se acabó el entrenamiento, voy sin piernas, así que hay que
echarle corazón, corazón y cabeza mucha cabeza.
Porque
el maratón se corre con la cabeza, porque si no has tenido la sensatez y la
cabeza tranquila para calcular el ritmo adecuado, tienes que ser lo
suficientemente cabezón y terco para no rendirte cuando todo tu cuerpo te
suplica que te pares, que te rindas, que no continúes.
Los
kms se hacen eternos y llevo las piernas como bloques, en el 35 me paro y dejo
que las asistencias me peguen una auténtica ducha de Réflex, siento un pequeño
alivio y prosigo. Desde aquí ya sólo voy fantaseando y motivándome con mi
imagen entrando en el Estadio. Pero el momento se hace de rogar y parece no
querer llegar.
Finalmente
diviso el Estadio, paso el km 41, aprieto los dientes y aumento ligeramente el
ritmo, las endorfinas se disparan y ya sólo quiero llegar. Entro gritando
eufórico por el túnel y doy la vuelta triunfal por la pista, las 3 horas 10 se
me escapan por poco y finalmente acabo en 3:11, mejoro en más de un minuto mi
mejor marca y termino muy contento por lo conseguido. He finalizado mi tercer
maratón y terminar ya es un éxito.
Devoro
las naranjas en meta con fruición y me encuentro con Javi que hace lo mismo,
finalmente estiramos brevemente mientras comentamos la jugada, gran carrera de
Javi que con 3:09 también hace MMP, rematando una temporada espectacular en
cuanto a sensaciones, marcas y resultados.
3 comentarios:
Grande Txomin.Enoranuema.Ir pacito a pacito.
Toda una sorpresa tu debut.
Me refiero al blog, ya sé, como dices que no es tu primer, ni por supuesto último Maratón.
Los dos podeis estar muy satisfechos. Pasarlo bien, disfrutar los entrenamientos y la carrera, además de bajar marca es para estar más que satisfecho.
Así que mi más sincera enhorabuena amigo. Además, después de tu lesión, haber llegado en esas condciones demuestra la forma y el tesón que tienes.
Un abrazo y a ver si me sumo a vosotros en Málaga.
Emocionante relato de una emocionante carrera. ¡Enhorabuena! Txomin por tu excelente tercera Marathon y por tu vibrante modo de plasmarla en palabras.
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