domingo, 14 de diciembre de 2008

XIII SUBIDA PEDESTRE AL ALTO DEL CONJURO VISTA POR CINCO VERDES

LA CARRERA SEGÚN JAVI


¡Lo contento que acabo uno cuando cree haber hecho una buena carrera! ¡Las risas, el gozo y la camaradería que se respira en nuestro grupo cuando a todos nos han ido bien las cosas! Y mira que por la mañana el cuerpo pedía de todo menos correr. En una noche normal previa a una carrera mi sueño se limita a una ligera duermevela salteada por cientos de sobresaltos y visitas al baño; en ésta no, me acosté cansado, medio resfriado y con dolor de cabeza (las cervezas tuvieron algo que ver). Dormí como un tronco. Me levanté como otro tronco. Muerto, rígido y con cara de zombie.

Pero a las 8 de la mañana ya bajábamos para Motril Onio y yo. Adormilado y penco, muy penco. Y así nos presentamos allí, recogida caótica y tardía de dorsal y sorprendentemente, en vez de los nervios típicos, sueño. Nos encontramos con Víctor, Jesús y José Antonio. Carajillo (pa qué cambiar), nos pertrechamos para la batalla y… ¡se acabó la caraja! ¡A correr! La megafonía atrona Motril. Conjuro, allá vamos.

Y allí subimos. Y como estamos limitados de espacio y tiempo sólo afirmaré rotundamente que hoy he hecho mi mejor carrera hasta la fecha, en cuanto a sensaciones, pronósticos y estrategia. Con precisión suiza, marcando los primeros miles a 4 minutos hasta que obviamente la cosa empieza a picar. Bache entre los kms 8 y 9. Miro para atrás de vez en cuando por si Chacal acecha. Y acecha. Y una figura naranja de casi dos metros que sube como un animal. Es Jesús, que también acecha. Me siguen, esperan pacientemente mi hundimiento… que no llegó.

Me percato de que voy con un grupo muy competitivo, me doy cuenta de que la glucosa me ha sentado estupendamente y de que a partir del km 12 siento una inyección de fuerza descomunal. Y tiro, vaya si tiro, hasta dejar a mis acompañantes motrileños en el 14 y adelantando en los sucesivos kms a dos corredores que previamente me habían pasado a mí. Describir el aluvión de sensaciones mientras voy ascendiendo, el viento lateral que casi nos arranca el dorsal, el frío que te hiela la garganta y el soberbio paisaje que íbamos dejando atrás sería una utopía. Alguien dice “dos curvas y ya está”. Entro esprintando con un crono de 1h 25’ 22’’. Clavado al tiempo de mi Media de Lorca. Satisfecho. Mucho. Más aún cuando veo a mis compañeros entrando sucesivamente en apenas unos minutillos. Repito seguro. Poder verde.






LA CARRERA SEGÚN VICTOR

La subida al Conjuro se presentaba como un magnífico colofón para un gran año deportivo. El día amaneció gris, después de un Barcelona-Madrid más bien decepcionante, que había dejado alguna leve secuela en forma de resaca y empacho de turrón y frutos secos. Por eso las impresiones previas a la carrera eran coincidentes entre casi todos: pocas ganas de sufrir pero muchas de enmendar ese despertar turbio.

El día en Motril era magnífico para correr, por eso no tardó el amigo Javi en manifestar su intención de aprovechar ese gran momento de forma que tiene e ir a por la carrera. Los demás decidimos salir más conservadores, expectantes de las temidas cuestas que tendríamos que afrontar. Fuimos agrupados buscando un ritmo asequible hasta alcanzar a un grupo del club organizador sobre el Km. 3. Tras un par de Km. con ellos las piernas me envían buenas sensaciones, así que decido adelantar a este grupo y buscar un ritmo algo superior. No miro hacia atrás pero me da la sensación de que he abierto hueco también con mis compañeros verdes. Sin embargo llegando a una de las zonas más duras, sobre el Km. 7, miro asombrado como Jesús Lens aparece a mi lado y lejos de intentar adaptarse a mi ritmo impone él un ritmo mayor, adelantando ambos a varios grupos durante unos 2-3 Km. que hicimos juntos. Le animo a seguirme pero me grita que siga yo adelante. Mantengo esas buenas sensaciones en las piernas y de pronto, alrededor del Km. 12, tengo un momento de esos en los que el tiempo debería detenerse: allí estamos, a una altitud ya considerable, con el mar Mediterráneo en el horizonte, y con unas ganas de seguir corriendo incontrolables. Por eso empiezo a incrementar el ritmo y adelantar corredores, y así hasta hacer un último Km. en el que termino esprintando en una llegada con unas sensaciones tremendas. Mi crono, 1:28. Una carrera para incluirla en el calendario sin lugar a dudas. Mis felicitaciones al club Pazito a Pazito por organizar esta pintoresca prueba.



LA CARRERA SEGÚN JESUS

- “¿Allí hay que subir”?

Víctor lo preguntaba, en los primeros kilómetros de la subida, cuando aún no habíamos llegado a Pueblo Nuevo. Y sí. Hasta allá arriba nos teníamos que encaramar. Una montaña. Al pie del Mediterráneo. Un desafío, superar esos diecisiete kilómetros, salvando setecientos metros de desnivel.

El frío desapareció en el tercer kilómetro, cuando las cuestas empezaban a endurecerse y la sinuosa carretera de montaña, a retorcerse sobre sí misma. ¡Lo que me gusta una subida! Ir adentrándote en el corazón de la montaña, escuchando tu propia respiración y el sonido de las pisadas en el asfalto, paso a paso, concentrado en coger un buen ritmo y una buena respiración, viendo cómo la Vega da paso a los pinos y, más adelante, a la montaña descarnada. Y el viento inclemente, ora te empuja, ora te deja clavado.

Y los supuestos llanos, más falsos de Judas, que te invitan a acelerar el paso para dejarte pegado en el asfalto, con la lengua fuera. Y, sin embargo, avanzamos. Adelantando a algunos corredores y siendo sobrepasado por otros. Como las dos Naranjitas Mecánicas, enjutas, implacables. Los ritmos se enlentecen, con el paso de los kilómetros. Pero seguimos avanzando. A un lado, los molinos, haciendo sonar el aire con sus aspas de gigante embravecido. Al otro, el mar, de agua y de plástico.

Ya queda menos. Y, sin embargo, los kilómetros no terminan de pasar... y el cronómetro vuela. ¡Acelera, acelera! No te rindas. No te dejes llevar por la tentación de relajarte, sabiendo que la meta está ahí, a la vuelta de cualquier curva, de otra revuelta. ¡Un poco más (de esfuerzo) es un poco menos (de distancia)!

Y paras el crono en 1.30.15. Y ves a Javi y a Víctor y chocas las manos. Sonriendo. ¡Otra para la buchaca! Y llegan José Antonio y Onio. Otro abrazo. Un trago de agua. Un cambio de camiseta. El frío sube de intensidad. Al bus. A mandar un fuerte abrazo a Antonio, el Padrino, que se ha quedado sufriendo en Granada, él, por no poder subir.

Compañero ¡qué razón tenías! Una subida acojonante. Va por ti, colega. Y el año que viene... todos Conjurados, por supuesto que sí, con estos tipos del Pazito a pazito. Unos cracks.



LA CARRRERA SEGÚN JOSE ANTONIO

Inicialmente, hasta el nombre de la prueba me parecía preocupante y no podía dejar de pensar que el nombre del “Conjuro”, vendría a indicar una especie de juramento individual para no volver a subir allí. A pocas horas de la finalización de la prueba, puedo afirmar que mis más aceradas sospechas son fieles a la realidad experimentada esta fría y ventosa mañana de domingo, uno de esos días en los que podrías pasar en casa sin necesidad de salir a la calle ni para comprar el periódico, pero eso sería lo fácil, lo consecuente. Sin embargo, los corredores tenemos un grado de inconsecuencia y es posible que hasta de locura. Porque era necesario hacer esta prueba, demostrarme que me encuentro vivo en esto del correr. Hacer una gesta como ésta antes de que por alguna circunstancia ya no se pueda hacer.

De los diecisiete kilómetros, exceptuando los cuatro primeros y un falso llano que existe entre el diez y el doce, todos son de subida absoluta, siendo especialmente duros los tres últimos, Y, claro, con se panorama, y conociendo mi poca predisposición para subir cuestas uno acude con inquietud y cierta angustia. Ante ese panorama la medicina más eficaz era inyectar altas dosis de conservadurismo.

Este tipo de pruebas traicionan sin piedad. Cada paso es una nueva aventura. Por tanto, me convencí que el ritmo debía ser constante y que el devenir de las rampas se convirtiera en el mejor juez. Pero llega el falso llano y no sabes qué hacer. Sabía que corría por el filo de la navaja y quedaba lo más duro. Así que opté por no dar demasiadas concesiones a ese benigno terreno. No obstante, percibía que las piernas estaban frescas, que la subida era estimulante y la temperatura idónea, entonces con esas premisas ¿por qué no imprimir un poco más de ritmo a las piernas? Aunque enseguida razonaba y llegaba a la conclusión que mejor ser prudente y perder unos minutos que ser arriesgado y acabar babeando en el asfalto.

Así que cuando nos desviaron para enfilar los últimos cuatro kilómetros de subida, comprendí que el panorama era totalmente distinto: una carretera de montaña más intensa; unos amenazantes toboganes ascendentes y un frío intensísimo. Estábamos ya prácticamente a la altura de los descomunales molinos de viento metálicos –que hubieran hecho las delicias de D. Alonso Quijano- pero a pesar de todos esos inconvenientes, me encontraba mejor que nunca. El exceso de conservadurismo había dado sus frutos. Fue entonces decidí ponerme el puñal entre los dientes. Curiosamente el tramo de más dureza de la prueba me estaba aportando la mejor experiencia. Paradojas del correr. De ahí que no sorprendiera que la llegada la hiciera fresco y decidido en vez de agónico y derrotado. En otra ocasión habrá que poner el puñal entre los dientes un poco antes.

Mis compañeros verdes de ruta, descomunales, quedándome un gran recuerdo cuando nos buscábamos en la meta, entre la lluvia, rodeados de naturaleza. Y entre ellos estaba Antonio, qué duda cabe.

Algo de caos en la entrega de dorsales, pero el club Pazito a Pazito ha estado ahí, para las duras y las maduras. Enhorabuena para ellos.

En síntesis, muy satisfecho de haber acabado en 1 h. 32 m. y algunos segundos y por poder contar que termino este fatídico año con excelentes sensaciones, abrigando una enorme esperanza para el próximo.




LA CARRERA SEGÚN ONIO

El día amaneció frío y nublado en Granada lo que hacía presagiar que en la subida al Alto del Conjuro no solo tendríamos que luchar con las temidas rampas sino también contra los elementos, sin embargo el camino hacia la capital de la costa nos iba mostrando un cielo abierto y claro.

La carrera empezó un poco atropellada ya que el tiempo que disponíamos para calentar y desayunar tranquilamente se esfumo en una cola debido a la mala organización en la entrega de los dorsales. El hecho de no tener tiempo para calentar hizo que la salida aunque tranquila se me atragantase, a duras penas conseguía mantener el ritmo que marcaban los otros integrantes Verdes con un Javi pletórico que desapareció en los primeros metros. Así que sufriendo más de la cuenta en los primeros kilómetros fui manteniendo la referencia del grupo que poco a poco se iba alejando.

Pronto comprendí que de seguir así lo iba a pagar pues eran muchos los kilómetros que aún restaban para meta así que decidí hacer mi carrera, marcándome un ritmo acorde a mis condiciones. Fue a partir de entonces cuando empecé a disfrutar de la carrera, poco a poco fui cogiendo mi velocidad de crucero hasta el punto de poder asegurar que fue a partir del kilómetro 10 cuando realmente me encontré fuerte y pude tirar adelantando a toda la gente que kilómetros antes lo había hecho conmigo.

Aunque me encontraba bastante bien las últimas rampas y el fuerte viento que soplaba se me atragantaron un poco y me hicieron bajar el ritmo más de lo deseado no obstante aún tuve fuerzas para dar un último empujón en los últimos cuatrocientos metros que me dejaron muy buen sabor de boca.

Creo sin lugar a dudas que tanto por recorrido como por la belleza del paisaje que lo rodea este ha sido el mejor colofón a mi primera temporada en Verde.


36 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta iniciativa de crónicas múltiples puede ser buena idea para un futuro de carreras comunes. Me ha gustado sobremanera. Curioso cómo coincidimos en muchos detalles, cómo enfatizamos lo mismo (sí, claro, ya lo sé, hacía frío para todos...), curioso, curioso...

Día redondo al 100%. Sólo había que vernos las caras. Desprendíamos optimismo y satisfacción.
Enhorabuena a todos y Antonio, recuerda, ahí estabas en cada curva arengándonos.

Abel dijo...

Magnífica prueba, así como la genial idea de la multicrónica, con unos relatos que dejan un sabor de boca casi tan bueno como el que debéis haber sentido vosotros.
Felicitaciones a todos y, de nuevo, con ganas de poder hacer esa subida, la próxima ocasión.
Saludos!!

Mario dijo...

coño jesús, vaya resacón has tenido. Mu bien esas cinco crónicas

Anónimo dijo...

Aunque suene a petulante, muy buena la multicrónica. Los elementos comunes contrastan con las distintas sensaciones de cada uno. Personalmente, me cabrean esos llanos mentirosos ;-)

Chicos, vaya año ¿eh?

Anónimo dijo...

Mario, fui escaso de sueño, pero afortunadamente sin resaca. ¡Menos mal! Aunque poco me hubiera durado, desde luego.

Anónimo dijo...

Enhorabuena a Las Verdes del Conjuro, desde luego hace falta un alto grado de valor para levantarse el Domingo con la que estaba lloviendo/nevando y correr 17 Km cuesta arriba y hacerlo de manera tan solvente.
Espero que el año que entra ya me pueda unir a vosotros y disfrutar tanto de grandes días, aunque creo que debo mejorar bastante.
Saludos Aleandro.

Antonio dijo...

Muy buena la multicrónica, gracias a vosotros he sentido menos no poder hacer la carrera, ya que en parte os he acompañado. Fue lo primero que pensé al levantarme: estos ya deben estatr allí, ¿cómo les irá?

Me alegro que os haya gustado, espero reptirla algún año.

Increible la progresión de Jesús, lo de Javi ya no tiene palabras.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Magnífica carrera y la satisfacción de rubricar un año así. Javi asomaba en el horizonte, incluso le tomé 2 ó 3 veces la distancia que me sacaba marcando referencias en el terreno, pero hizo una progresión buenísima, así que pese a que yo también fui de menos a más me fue distanciando continuamente. Para que esa táctica de chacal funcione la presa tiene que mostrar debilidad y ayer no fue el caso ni mucho menos.
De cualquier manera terminé pletórico con la sensación de haber realizado una carrera muy buena.
Saludos.

Anónimo dijo...

Víctor, anda que no agradecí verte ahí delante, un poco a tiro de piedra, auqnue a veces ralentizaras el ritmo por mi culpa, que eso da rabia. Pero fue un estímulo constante para no aflojar el ritmo. Aunque luego te veía en lo alto de las curvas... qué envidia.

Lo de Javi, de ser de escalofrío, empieza a ser de juzgado de guardia.

Una bestia.

Anónimo dijo...

¡Exagerados! ¡Si entramos todos en un pañuelo...! Nos portamos todos como jabatos, cumplimos al máximo y dejamos el pabellón muy alto. Víctor, podía olerte tras de mí, sé que acechabas, que me estudiabas... lo cual fue un aliciente para tratar de no decaer. Ése y sentir que desde el km 7 no me adelantó nadie,sino que fui yo quien fue cazando poco a poco a otros. Qué sensación!

Anónimo dijo...

Por cierto se os ve una vara de felicida en las fotos que resulta casi ofensiva.

¿cómo estuvo el tercer tiempo?

Anónimo dijo...

Mi suerte está cambiando, acabo de recoger mis Brooks. Tienen una pinta inmejorable, se ajustan como un guante y dan muy buena sensación. Además,hoy la rodilla no ha dicho ni esta boca es mía.
Javi, voy a por tí!!!!!!! ( con el permiso de Víctor, y de Lens)
Un saludo.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Esto sí que es una novedad y os felicito. Cinco por el precio de uno. Cada corredor hace su carrera y está en su mundo. Las visiones y percepciones que uno siente son totalmente diferentes a las de los demás. En primer lugar, felicidades a los cinco bloggers por sus crónicas, demostrando que zapatillas y pluma pueden ser grandes aliados.

En segundo, dar la enhorabuena a ese Super Javi que lleva una progresión meteórica ascendente (nunca mejor dicho).

A Víctor, a pesar de su conservadurismo, se le nota su buen estado de forma física y ha demostrado inteligencia al no seguir a Javi y compañerismo por llevarse a Jesús tras él durante un buen rato.

Ante Jesús hay que quitarse el sombrero pues, a pesar de sus entrenamientos irregulares por el baloncesto y otros eventos, lleva una evolución aplastante y seguro que moja la oreja a más de un verde como se descuiden.

De José Antonio también tengo una alegría especial tras ver su llegada en la Media de Granada y su retirada en Santa Fe. Ya le dije en su momento que la mente puede traicionar al cuerpo pero que no debía rendirse pues simplemente fue un bache de debilidad psicológica que pronto superaría. Veo que ya está por las nubes tanto física como mentalmente.

Y, por último, a Onio, otra felicitación por saber regular el esfuerzo y no decaer. Yendo a cola del grupo puede crearse un estado de ansiedad o de decir que no puedo y prefiero abandonar. Pero lejos de eso, supo administrar sus fuerzas y acabar mentalmente fortalecido por este ascenso.

Mi participación en la Nocturna de Granada va a ser una incógnita pues aunque el viernes entrené 5 kilómetros, noto aún sensaciones extrañas en la rodilla.

¡Vaya comentario, que parece un post! Como no podré ir a la cena que habéis preparado para el próximo sábado, os mando desde aquí un saludo a los cinco y al resto de Las Verdes.

En resumen, los cronistas, UN REPÓKER DE ASES.

Anónimo dijo...

Antonio, ¿ves como no era para tanto, hombre? Si hasta querías meterle un pleito al yanqui y todo... jejeje. Me alegro de eso y sobre todo de la rodilla. Ve tranquilo y el sábado sería estupendo contarte entre los expedicionarios al castillo de Moclín. Iremos despacio, prometido, pero eso sí, al final que Dios o quien sea reparta suerte.
Gregorio, gracias por tus palabras de elogio. Me alegro de que te haya gustado lo de la multicrónica.
Abel y Mario, ¡faltásteis vosotros!

Unknown dijo...

Mi más sincera Enhorabuena a todos, tanto por la crónica como por el final de temporada que os habéis marcado.

Estáis hechos unos Máquinas.

Ahora os toca también saliros en la gran cena que tendréis el proximo Sábado. Tomaros alguna a mi salud.

Un Saludo a todos desde la distancia.

Mario dijo...

si faltamos, pero ya llegará nuestro momento. ¿que es eso de la nocturna de granada?.
José Antonio como va el curso de la semana para esa cita del miercoles?

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Mario, pincha en este enlace de mi blog y ahí tienes información y dónde inscribirte. Saludos.

Anónimo dijo...

COMPAÑEROS, que nivelazo teneis, que cara de satisfacción mostrais en la fotografia.
Otra prueba de fuego que superais con solvencia.

Antonio, esta gente te está poniendo el listón muy alto.

Pd:Como coño voy a estar a vuestro nivel si el sabado a la 1 de la madruga me estaba metiendo entre pecho y espalda una pierna de cordero de kilo y medio. MALDITO SEA. Pero que güeno estaba.
Un abrazo buena gente.
Juro que el domingo solo tomaré una sopita de verduras, aderezada con un chuleton de Avila.

UN FUERTE ABRAZO BUENA GENTE.

Anónimo dijo...

Paco, si el domingo te metes ese chuletón, ¿qué comerás el sábado? ¿Le decimos a tu primo que prepare una ensaladita de rúcula y brócoli? jeje.
Estreno de las Brooks Obama. ¡Qué maravilla! 11 jugosos kms para soltar piernas, con una estabilidad de pisada increíbles.

saludos

Paco dijo...

Animo a todos y enhorabuena por vuestra carrera. Tiene buena pinta!!saludos

José Antonio Flores Vera dijo...

Bueno chicos, me reconforta que os hayamos transmitidos esas buenas sensaciones a quienes no subistéis al Conjuro. Paco,Antonio y Abel me decían por teléfono que mostrábamos un buen semblante de felicidad en la foto y ¿sabéis por qué ? Porque estábamos felices y satisfechos, y con las sensaciones a flor de piel (me parece que es la primera bolsa del corredor que atrapo corriendo). Y sí, amigo Gregorio tu lo has dicho: necesitaba este subidón mental y físico para clausurar este penco año. Espero que el año que viene estemos subiendo al Conjuro todos.
El sábado ensayaremos la Toma del Castillo árabe de Moclín, el tercero en importancia en esta zona de Al-andalus, tras la Alhambra y el de la Mota de Alcalá la Real.
El plan podría ser más o menos el siguiente: subir dos coches a Moclín -en función de quienes vayamos-. Salir de Pinos hasta el Castillo. Tomar allí unas verdes en algún bar castizo de los montes orientales. Volver a casa y tras un pis descansar, que esepra una noche larga e intensa ¿ Qué os parece? Javí, deseando entrenar las Brooks Obama. Mario, este miércoles estoy de nuevo fuera de juego, sin posibilidad real de hacer un sólo kilómetro. Pero te seguro que el próximo retomamos de nuevo el castillo más importante de Al-andalus.

Onio dijo...

Desde luego se nota que hemos disfrutado con la carrera aunque nos faltaban varios integrantes del grupo a los que se echaron de menos.
Sin duda este es el mejor colofon a la temporada y creo que a partir de ahora se convertirá en tradición.
Me alegro mucho de que la suerte te vaya cambiando Antonio y a ver si puedes estar el sabado en esa toma del castillo de Moclin.
Javi, ¡otros 11 km ayer! estas que no paras.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola!!!!
El próximo viernes 19 es la carrera nocturna de Granada. Javi, Nuria, Antonio y Yo (Ana) nos hemos apuntado, así que, quién se anima?
Lo vamos a pasar bien, no lo penséis y animaos!!!!!
Un beso a tod@s.
ANA

José Antonio Flores Vera dijo...

Amigas-os, mis obligaciones docentes me apartan de tan singular cita. Espero que lo paséis bien y nos lo contéis.

Anónimo dijo...

Pero la toma del castillo de Moclín no se ha olvidado, ¿eh? Propongamos una hora. ¿las 10 está bien? Además tenemos que hablar para la logística y demás. Bueno, estamos en contacto.
Se admite público en la carrera de la suerte para animarlas (a Nuria y a Ana).

Mario dijo...

VICTOR DANIEL? no hay madrugá esta semana? hoy hace menos frio

Mario dijo...

antonio esa rodilla te permite ya madrugar?

Antonio dijo...

Mario aún no puedo, la rodilla va mejorando pero todavía me duele, por lo que a pesar de que estoy corriendo debo andarme con cuidado. Ahora, que en cuanto esté bien, cuenta con un madrugador.

Anónimo dijo...

Jesús, ya lo sabes, pero por si acaso, que yo no ralenticé ritmo para esperarte, más bien me hiciste subir en esos km que hicimos juntos.

Mario, mañana jueves he quedado con Daniel a la hora de siempre, 6:30 en Urende, 6:40 en Correos. Nos vemos, ¿no?

Paco Montoro dijo...

Amigos he disfrutado con vuestras entradas tan cargadas de buenas sensaciones. El Conjuro es una muy dura prueba que pone a todo el mundo en su sitio según estado de forma. El vuestro es espectacular y mi mas sincera enhorabuena a todos ustedes.
Saludos

Mario dijo...

6.40 ALLI ESTARE ECHAR ALGUNO UNA LINTERNILLA

Anónimo dijo...

ok Mario, confirmado.

José Antonio Flores Vera dijo...

Mario, a ver si te puedes venir el sábado a tomar el Castillo de Moclín.

Anónimo dijo...

Jose Antonio, necesitamos de tu prosa y tu conocimiento del recorrido del sábado (ese paso por cerro de los Infantes, cortijo de Búcor, montes Orientales, etc...) para una corta pero embaucadora entrada proponiendo esa quedada... No sé si estaré pero tengo muchas ganas de ir... y de dar guerra en esas cuestas (eh Javi!).

Esta mañana una tirada madrugadora con Daniel, Mario y Nacho. Yo a Mario lo veo muy bien, así que te esperamos el sábado Mario.

Un saludo

Mario dijo...

eso hable esta mañana con victor, vendrá justo pero lo voy a intentar, desafio 6 km de tienea a moclin y esos docientos metros finales hasta la puerta de la iglesia del castillo de moclin que pueden ser terribles, porque se sube al castillo no?
victor pues imagina con luz del dia como me veras!!!

Anónimo dijo...

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