No es habitual individualizar en nuestra bitácora, pues en esencia se trata de una idea colectiva y colaboradora. De hecho, creo que nunca nos hemos centrado en la figura de ningún corredor en particular, ni popular ni de élite. Esta vez quisiera hacer una excepción. Permitidme que os presente a Salva:
Salva y servidor. Un día cualquiera en Almerimar...
Salva es, en líneas generales, un apasionado del deporte: carrera a pie, natación, ciclismo, otras disciplinas indoor, etc. Pero ante todo, se trata de un gran tipo. Una persona sana en todos los aspectos, riguroso, puntual, disciplinado, no exento de meticulosidad, si bien es de fácil y agradable trato. Atleta del club ejidense Chino-Chano, ejemplifica el perfecto compañero de fatigas, esa compañía que tanto se necesita en días en que no apetece salir a correr, en intempestivas tardes huracanadas o cargadas de sofocante humedad. Cuando el ánimo y el cuerpo están bajo mínimos y el entreno diario más parece un tormento que un placer, ahí emerge la figura del compañero con el que intercambiar impresiones, desahogarte o simplemente reirte para hacer el trayecto más llevadero.
A principios de septiembre, recién mudado a Almerimar, literalmente busqué a alguien para correr. Moví los hilos necesarios, hice llamadas, pregunté aquí y allá y se me abrieron varios frentes. Tenía que decidir por dónde ir, a quién pegarme, a sabiendas de que corría el riesgo de toparme con corredores eventuales, de esos que tienen mil y una excusas para dejarte tirado a la primera oportunidad. Yo buscaba y necesitaba continuidad, constancia para mis entrenamientos, cosa que no es nada fácil cuando cada año inauguras un nuevo lugar de residencia, con nuevas amistades y nuevas rutas. Encontré a Salva y desde entonces han sido muchas las tardes de entrenamiento compartidas, muchas zancadas por la costa de Balerma y muchos metros ascendidos por la sierra de Gádor, por no hablar de las series; sesiones de entreno que ya han quedado grabadas en la retina, tardes de inmenso sufrimiento y placer simultáneos: ¿recuerdas esos 20 x 500, esos 10x 1.000, esos 4x 4.000?
Gracias a él, a sus “rodajes alegres”, pero sobre todo, a su compañía, alcancé mi mejor pico de forma, mis mejores marcas y mis mejores sensaciones. Por supuesto, para llegar a ello trabajé duro, me esforcé con un rigor y una disciplina casi estoica, pero sé con certeza que no lo habría logrado corriendo solo. Pero como os decía antes, Salva no falla. Un escueto sms diciendo “a las 7 donde siempre” o un “OK” de confirmación han valido durante todo este tiempo para saber que ahí nos encontraríamos, que no correría solo y que la sesión se haría mucho más amena.
Sin embargo, la mejor conclusión de todo esto no es que consigas un compañero para correr, sino que esa figura se convierte en un amigo, alguien a quien parece que conociera desde hace años y con el que compartes vivencias y momentos muy gratificantes, sin excluir algunas verdes que otras. Además, me alegra sobremanera repetir curso escolar el año que viene en el mismo lugar, entre otras razones porque a partir del 1 de septiembre allí estará, seguro, en los “aparcamientos”, estirando, o haciendo abdominales en el paseo, Salva.
¡Compañero, ánimo! Te mereces este pequeño homenaje. Nos vemos en septiembre.
El poder de la imaginación
Hace 2 días
10 comentarios:
Coincido en todo lo que dices Javi, además yo conozco también a Salva, además de alguna carrera, he entrenado en vuestro territorio con vosotros y tengo grabado en mi cuerpo el entreno tan exigente que nos metimos, y como no podía ser de otra forma hemos compartido también algunas verdes y alguna que otra comida.
A ver si tengo la misma suerte que tú y encuentro a un compañero en la perfida albión.
Esta tarde toca leña de la buena. Pradollano-Laguna de las lleguas y viene el coco.
Que importante es ese compañero infatigable para entrenar. Para mi esa referencia ha sido siempre Antonio (no te vayas!). Salva es un tipo grande, lo poco que lo he conocido se le ve entregado al deporte.
Nos vemos esta tarde.
Hola Javi, ya hace tiempo que no nos vemos, pero pronto espero verte...quizás en Motril.
Valoro mucho la amistad, y aplaudo este homenaje que le haces a tu amigo Salva. Estos corredores son los que hacen grande este gran deporte. Un fuerte abrazo
Gran entrada Javi. Pocas veces queda tan bien puesta de manifiesto la relación entre la vida, el deporte y, sobre todo, el Factor Humano.
¡¡¡Crack!!!
Un sentido homenaje. Cuando se comparte una afición como es correr la amistad se engrandece. ¿ No es el chaval que vino a comer a Cumbres Verdes ?
Enhorabuena Javi, pues ya se sabe quien tiene un amigo tiene un tesoro, y tu has descrito a un amigo.
Saludos.
Sí, José Antonio, es el mismo de Cumbres Verdes, que vino a la Media de Granada.
Hemos compartido muchos pero muchos kms este año. Es todo un compañero, en serio, servicial y muy agradecido. De hecho, al leer esto me ha llamado para agradecerme este pequeño homenaje y se le notaba muy emocionado, jeje. Es un buen tío, todo un acierto y un seguro de entreno y confidencias.
Paco Montoro: de hecho, esta idea surgió de tu blog, sé que a menudo nos presentas a amigos corredores que admiras, lo cual a su vez es digno de elogio.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Añadir que esto no ha parado: el miércoles 4 chalados nos metimos de nuevo en el corazón de Sierra Nevada, y es que esa laguna y ese radiotelescopio nos tiene como hipnotizados, haciendo un entreno de aúpa. Si Antonio puede, subirá las fotos a Picasa; esta misma mañana ha habido tb madrugada: ha tocado un Pinos Genil y para las 8.30 ya teníamos hasta la tostada con jamón + cerveza en el gaznate. Casi ná.
Un abrazo
NUNCA ME IMAGINE QUE ESTO FUERA A LO QUE TE DEDICARAS, CIERTAMENTE SE PODRIA DEDUCIR QUE ERES ALECTICO PERO NUNCA ME IMAGINE ESTO, EN FIN MUY GUAPO EN LA FOTO TAMBIEN DESCONOCIA ESO
BESOS Y ABRAZOS
ALEX: críptico mensaje el que dejas. ¿Puedes por favor alumbrarnos? ¿Quién eres?
Ya estamos con la actitud de siempre, en fin, firme con mi cuenta, así que se puede saber quien soy.
Besos y abrazos.
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